He estado trabajando en la entrada del IVA, pero aún queda mucho por hacer y rehacer. He llevado a cabo un planteamiento que no me ha llevado demasiado lejos, y además no cuento con datos básicos macro, sólo con tasas de variación (que ahora mismo me sirven de más bien poco), con lo que algunos datos tengo que inferirlos o extrapolarlos y eso sólo significa meter más ruido a un modelo que ya está de por sí simplificado (es decir, que ya tiene bastante ruido).
En cualquier caso, tengo la primera parte terminada, y creo que la voy a colocar aquí, porque si no va a quedar una entrada demasiado extensa. La voy a colocar como se encuentra originalmente en la entrada que estaba preparada, y a modo de primera parte de hablar del IVA. Nada muy técnico, sólo algunas reflexiones en alto sobre nuevos modelos, pero de cierto interés, hasta cierto punto claro.
El IVA y su efecto en precio
Hablemos de economía, pues. Hablemos del IVA.
La economía es eso que te va ocurriendo mientras tú tratas de hacer otros planes, usando la fórmula de la frase de John Lennon.
Cuando
escuchamos IVA automáticamente pensamos en "ese impuesto que tenemos
que pagar por comprar algo". Efectivamente, así es. Se trata de un
impuesto indirecto ya que grava al consumo y no a la renta, y por tanto,
no es progresivo. Esto es, Emilio Botín va a pagar el 18 % de IVA, como
tú, cuando se compre un coche, por ejemplo. ¿Justo? No, no lo es, pero
no busca justicia este impuesto. Entonces preguntémonos, ¿qué busca
exactamente este impuesto?
Respuesta
rápida: recaudar. Como la mayoría de impuestos, por tanto. El IRPF
básicamente grava el salario de las personas físicas y busca recaudar.
El IBI grava los bienes inmuebles y busca recaudar. El de sociedades,
grava a las compañías y busca recaudar. Entonces el IVA grava a los
productos de las empresas, y busca recaudar. Vale, todo correcto. Pero
veamos algunas cosas algo curiosas. El IRPF grava de forma proporcional
dependiendo de tu base imponible, de tu salario total digamos (no es que
sea un hacha con la terminología, cualquiera algo especializado en
fiscalidad querrá matarme en estos momentos). Es decir, quién más cobra,
más paga (movimiento de capitales aparte). El IBI también depende de
varias cuestiones, y básicamente a más grande, más paga. El del
sociedades si no me equivoco grava a todas las compañías por igual con
un tipo fijo (imagino que existiran un buen número de excepciones no
obstante), pero busca minusvalorar el beneficio de estas para ayudar al
Estado. El IVA... pues sigue gravando a los productos de forma igual,
tanto da una botella de whisky que un Audi o un iPad. Lo cual no me deja
de resultar curioso.
Por eso yo digo, ¿por qué no quitamos el IVA?
Y
alto, liberales. Cuando hablo de quitar, me refiero a transformar toda
su recaudación a otro u otros impuestos, no a reducir la exposición del
Estado en el ejercicio del gobierno. Al fin y al cabo ya lo dije con una
frase de cosecha propia, cuando se deja libre a la mano del mercado
termina dándote una bofetada.
Por
qué digo eso sobre el IVA es la cuestión aquí. Bien, veamos. Día tras
día, especialmente hace cosa de seis meses, nos han bombardeado con
aquello de dejar el euro, volver a la peseta, que bello era el mundo
entonces, devaluamos y ya está... y toda esa demagogia de viejo
economista agotado por los años que no quiere pensar en nada nuevo.
Hagamos un trato, os propongo lo que estáis buscando, ganar
competitividad. Es más, os propongo una caída en precios cercana al 18 %
en algunos casos. Sí, efectivamente, propongo elimiar el IVA para hacer
deflacionar de forma artificial los precios de la economía. Vamos,
romperlos a la baja, aumentando por tanto nuestra competitividad para
con el extranjero. Y eso para empezar.
Breve
inciso, sé que algunos pagos que se efectúan a diversas instituciones
europeas y la cuestión de que las Comunidades Autónomas controlan el 50 %
de la recaudación de este impuesto, pero todo sería cambiarlo a otro
tipo de impuesto que diese una recaudación similar.
A
lo que vamos: hundamos artificialmente los precios. Ya, sé que nunca se
ha hecho, y que existe un miedo atroz a hacer cosas que nunca se han
hecho cuando uno se hace viejo de mente, como la mayoría del panorama
actual, pero seamos serios, la idea no es tan mala.
¿Cuál es el principal fraude fiscal de este país? El no cobrar el IVA, precisamente. Pagar en negro,
en definitiva. Entonces eliminemos la causa de ese fraude fiscal
eliminando lo que lo causa. El problema no lo tiene la persona, la gente
es como es, y siempre busca estar mejor, y si se ahorra un 18 % del
precio, pues mucha de ella estará mejor. Pero si el Estado en sí mismo
le quita ese sobreprecio, el tener que pagarlo para las empresas,
entonces qué fraude hemos de temer. Ese no, desde luego.
El
principal problema de esta medida es precisamente su repercusión y el
reposicionamiento hacia otros impuestos. Por un lado, las caídas de
precios no iban a ser del 18 % en productos gravados por tal IVA. Se
debe contar con que las empresas tratarían de aprovecharse. Ojo, no
necesariamente sería así, porque esa bajada produciría un gran empuje al
consumo, pero podría ser así. Por tanto, un aumento en el Impuesto de
Sociedades no debería ser una mala medida (a pesar de la que les está
cayendo a muchas honradas empresas), tanto para los que traten de
aprovecharse del asunto, como para los que ven su beneficio aumentar por
el hecho simple de que su precio se reduce sin perder ellos beneficios y
además su consumo aumenta, por tanto, mismo precio, más ventas, mayor
beneficio.
Y
esto sería así si no metiésemos el segundo gran problema del asunto. La
mayor carga de eliminar el IVA debería ir seguramente al otro gran
pilar de la recaudación: el IRPF. Y este sí es un gran problema. La
carga que debería tomar este impuesto posiblemente sería tan elevada que
reduciría de forma drástica el salario neto percibido por las personas,
y por tanto, le daría un buen golpe al consumo. Un gran golpe,
posiblemente, pero irónicamente positivo vía balanza de pagos.
Reducciones en el consumo de algunos bienes puede venir de perlas a
reducir el déficit comercial español debido a que, básicamente, nosotros
no producimos BMW's, y si dejamos de comprarlos, dejamos de enviar
dinero al extranjero.
A
pesar de todo, no creo que la medida que digo aquí pueda a ser llevada
de forma práctica a la realidad debido a la gran cantidad de leyes que
deberían cambiarse y a la inestabilidad que podría generar en toda
España y posiblemente Europa. A pesar de todo, si bien la eliminación
del IVA no parece posible de forma práctica, su permutación progresiva por otros
impuestos puede ser más factible. Es decir, medida tipo shock parece imposible (es decir, de la noche a la mañana lo quitamos), pero quizás llevado en los años pueda ser posible. En cualquier caso, es sólo una idea algo alocada, pero lo importante, como siempre, es pensar en nuevas vías para hacer las cosas. Aunque parezcan inútiles, una idea siempre será una idea.
Jesus Burgos Lobo
Semper Fidelis
No hay comentarios:
Publicar un comentario