Hoy me ha entrado la nostalgia. En realidad no, pero bien pensado, un poco de nostalgia si que tengo últimamente, especialmente cuando se ve a personas que hacía eones que no se veían.
Pero decía lo de la nostalgia porque me apetecía plantar por aquí un poema de los no-modernos. De hecho, estoy buscando uno en particular que un compañero y amigo con el cual disfruto mucho quedando y hablando sobre nuestras respectivas vidas le ha dado por ponerlo por su tuenti y demás. Se trata, de hecho, de mi Balada del ángel caído XIV. Esto a la mayoría de vosotros no os dice nada, pero esa serie de poemas es posiblemente la más mítica mía, sin duda la que más tiempo ha estado activa, aunque hace mucho tiempo que se haya muerta porque ciertos poemas que iban a acabar en esa línea terminaron en otra bajo propio título. Los tiempos cambian, y yo me adapto.
En cualquier caso, ¿por qué ese nombre? La idea nació hace mucho tiempo ,y por una serie en realidad. Es el título de uno de sus capítulos, y esto si que creo que no lo sabe nadie. Sí, significa muchas otras cosas, pero es básicamente eso, poesía de amor cortés, platónico, a mujeres muchas veces anónimas. Y es que cuando no se tiene musa, uno lo que hace es vagar y vagar sin rumbo, robando inspiración donde aparece.
Pero lo importante aquí no es el transfondo que pueda haber tomado allá cuando lo escribiera, tantos años atrás. Lo importante es que me gusta. Fue mi primer soneto, y eso para mí siempre será un punto a favor de estos versos. Los he escrito mejores, y con más sentimiento, incluso puede verse por este blog un soneto que le pega varias miles de vueltas a este. Pero de alguna manera, tiene mi cariño por ser soneto primigenio.
A los que no os guste la poesía y os paséis por aquí, sólo puedo decir que lo siento, pero es que últimamente me ha dado mucho con este tema. Tengo dos sonetos abiertos en este instante, y he cerrado otros dos en los días anteriores. Sigo trabajando. Esa es la idea siempre, seguir trabajando y no decaer nunca, porque mi objetivo es darle a la gente un motivo para que deje escapar un suspiro cuando lea mis versos. Y mientras no logre eso, seguiré trabajando y mejorando. Al fin y al cabo, un suspiro es muchas veces la mejor respuesta que se le puede dar a un soneto. A veces sólo superado por una sonrisa.
Balada del ángel caído XIV
Amor que por
pasión sea juzgado,
pena que me
destroza y me parte,
saeta que me
saja ; y acusarte
de tu belleza
única es pecado.
Mi corazón
se halla bien vengado,
y ahora que
puedo voy a amarte,
y por pedir
quisiera yo besarte,
y por pedir
quisiera ser tu amado.
Que destino
cansado y dolido,
aunque ahora
deudas remunere
ora es más
que tarde,es olvido.
¿Quién
puede saber si ella me quiere?
Quizá solo
un tierno empedernido.
Quizá solo
un romántico que muere.
Me gustaría pensar que habéis suspirado, o sonreído. De hecho, voy a pensarlo. Me gusta ser optimista, puede que quizás incluso me acostumbre a ello, algún día.
Yo me despido ya, entre un suspiro y una sonrisa.
Jesus Burgos Lobo
Semper Fidelis
He sonreído al principio y al final. Igual a estas alturas ya no significa anda después de repetirlo tantas veces, pero me encanta la musicalidad de tus sonetos :3
ResponderEliminarSiempre significa mucho que se me diga que mis sonetos gustan, especialmente viniendo de usted =)
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