"Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un «¡Ahhh!»", Jack Kerouac


viernes, 22 de junio de 2012

La leyenda de Ferdinand de Borgoña

Hoy toca... digamos historia. Es poema, pero relata la historia de Ferdinand de Borgoña y sus desamores con Margarita de Sajonia e Isabel de Nápoles. No es historia real, aunque tiene toques de ello. 

Quería hacer para hoy otra entrada similar a la de ayer, pero me faltan datos (al parecer el INE no desagrega datos agrarios por Comunidades Autónomas, lo cual limita mucho hablar del tema).

Así pues, dejo esta historia que es ciertamente un tanto larga, pero que me encanta, y me encantó escribirla. Espero que os guste.


La leyenda de Ferdinand de Borgoña

Gusta siempre de un romance,
el hablar de caballeros,
y de uno dividido,
es la historias que os cuento,
su nombre, su nombre era
Ferdinand, de otros tiempos,
de la Casa de Borgoña,
de quien fue siempre buen siervo,
que luchó contra valones,
franceses y el Sacro Imperio,
y que nunca, por su orgullo,
fue a perder ningún duelo,
no al menos a espada,
tal vez sí, tal vez, os cuento,
en amores sí perdiese,
guerra, lidia y encuentro,
aunque en luchas no cesara
por jugar siempre con fuego,
y el que juega a quemarse,
quemadura siempre hallara,
sea noble, sea rey,
sea quién el que amara,
sea él, no un poeta,
mas si un hombre de palabra,
sea Ferdinand nombrado,
en las tierras de España,
como hidalgo, don Fernando,
el Maldito” es su alias,
y no faltan los motivos,
el Maldito”, así lo llaman,
porque él ha arrastrado
a dos amores, dos damas,
con la fuerza de los hados,
de su sino y de su alma,
alma noble, no confundan,
pero desafortunada,
negra suerte la que tiene,
negra la de sus amadas.

Margarita de Sajonia,
bella faz, dulce mirada,
en mal día quiso ella
a quien no pudo amarla,
en mal día, Margarita,
olvidaste tus palabras,
si no es príncipe elector
yo jamás con él bailara”,
y ante un hombre borgoñón,
has caído enamorada,
tu cabeza dice no,
mas tu corazón aclama
por un hombre, un buen hombre,
mas maldita es su fama,
pues no puede uno amar,
sin importar ya mas nada,
que era un hombre ya rendido,
ante una triste dama,
negra siempre, va de luto,
de luto por sus hermanas,
triste suerte que corrieran
en el mar; y Dios las guarda;
triste ella, Isabel,
de Nápoles es su Casa,
que en amor tanto perdió,
por perder aún le falta:
el hijo que nunca tuvo;
y el hombre que tanto extraña.

Isabel, tristes tus ojos,
Isabel, alma quebrada,
rendida ante un buen hombre,
rendida fuiste casada,
Ferdinand, es de Borgoña,
sentístete afortunada,
pero eran otros tiempos,
vivían las tus hermanas,
y en Nápoles, en el golfo,
ese faro aún brillaba,
y los barcos marineros
de las rocas alejaba.
No pienses en ello, bella,
no pienses, querida amada”,
decíate don Fernando,
que verte así me mata”.
Y más te mataba a ti,
más tu corazón sangraba,
quisiste gritar “Fernando,
dame muerte con tu espada”,
quisiste gritar al ver
que un hijo no llegaba,
fuiste estéril, tal vez él,
eso ya poco importaba:
Isabel, triste belleza,
a solas sus horas pasa;
Ferdinand lucha en el frente,
a rebeldes da batalla.
Son los hados, el destino,
que ante una joven dama,
a él lo llevan a encontrarse,
y ella cae enamorada,
y es profundo ese amor,
y es mirada apasionada,
la que lanza Margarita,
sin saber de sus andanzas.

Margarita, Isabel,
de Sajonia al sur de Italia,
los amores que no entienden
ni de Estados ni de Casas,
no entendió tampoco él,
las afrentas que causaba,
al pasar la negra noche,
con mujer que engañara,
Ferdinand, triste impío,
Margarita enamorada,
Isabel, brillan tus ojos,
esa noche ya llorabas,
en tu alcoba, fría, sola,
ya te viste traicionada.

Y pasó la negra noche,
y llegó ya la mañana,
y la afrenta ya está hecha,
ya la afrenta está causada,
Isabel, tus ojos rojos,
rota tienes la mirada,
tanto tiempo sin Fernando,
Isabel, ya no lo aguantas,
él a meses de distancia,
lucha contra sus fantasmas,
lucha y pierde, pobre hidalgo,
Margarita, pobre dama,
cuántos días has llorado,
al comprender lo que pasa,
Ferdinand está casado,
él de aquí ya se marchaba,
retorna a su triste hogar,
su hogar, que no le aguarda,
pues de pena... ¡Ah!, de pena...
Isabel, Dios ya te guarda,
Nápoles está de luto,
han perdido a su alhaja,
su triste joya triste,
su bella princesa amada.

Y Sajonia, Margarita,
en amores derrotada,
con el honor ya perdido,
de Ferdinand olvidada,
bien le quema su recuerdo,
no puede olvidar su cara,
huye, pasa, ella fuga,
busca de Dios la gracia,
de clausura es el convento,
allí vive, apartada
de viejos amores y sueños,
de Ferdinand alejada.

Y Ferdinand, ah, Fernando,
el Maldito” te llamaban,
cuánto perdiste esa noche,
cuánto en una batalla,
la mujer que te quería,
la otra que te soñaba,
y Fernando, Ferdinand,
hay historias que contaban,
que al saber de Isabel,
por la Parca visitada,
ya supiste de tu sino,
de tu alias, de tu fama,
dicen, cuentan las historias,
que el caballo galopaba,
y era tu triste figura,
la que a galope marchaba,
marchabas, muy muy al norte,
lejos de las viejas plazas,
un reguero ibas dejando,
lágrimas de agua salada,
por Isabel, Margarita,
por Sajonia, por sus Casas,
por Nápoles y Borgoña
ya tomada por la Francia,
dicen, Fernando, dicen,
así dicen en España,
que al norte, muy al norte,
por tierras siempre heladas,
vese aún una figura,
tu alma que siempre vaga,
tu alma, siempre maldita,
que aún llora por sus damas,
por la dulce Margarita,
que contigo ya soñaba,
por la bella Isabel,
joya desafortunada.
 [JBL]




Jesus Burgos Lobo
Semper Fidelis

2 comentarios:

  1. Qué bonito. He visto un par de versos que rompían un poco el ritmo (dos en concreto que eran un poquito largos y uno que era un poquito corto), y creo que he visto un "mas" de pero con tilde, pero sinceramente eso es una pamplimierda (a mi se me escapan con tilde todo el rato).

    Besis.

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