"Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un «¡Ahhh!»", Jack Kerouac


lunes, 2 de mayo de 2011

El por qué de la inexistencia del presente

Había estado conversando por internet con unos colegas, cuando la conversación se tornó totalmente filosófica y apareció un tema curioso: el presente. Si nos preguntan qué es el presente, podremos responder que bueno, es el ahora, en contraposición con el antes y el después. Pero verdaderamente sostengo que el presente no existe realmente, que es una nada, un simple convenio tomado por los humanos para entendernos de lo que estamos hablando. Me explico. Entendamos qué es el futuro. Pensamiento arriba o abajo, el futuro es lo que está por venir, y es más o menos incierto. Es decir, el futuro son una serie de posibilidades cuasi infinitas que se nos plantean en un momento dado. Creo que estamos todos de acuerdo en eso. Por otra parte, el pasado es lo que hemos dejado atrás, lo que hemos caminado, nuestra historia, o por analogía con el futuro, el pasado es la serie de decisiones que hemos tomado para llegar hasta donde estamos, eso que queremos entender como presente. Esta claro que la vida, pues, se basa en decidir una vez tras otra, como todos teníamos claro, en un arco de posibilidades cuasi infinito. Pero a lo que vamos, visto lo visto, ¿qué es el presente? Ni más ni menos, y como yo mismo enuncio bajo la frase que he tomado como propia: "El presente es una decisión tomada en el pasado sobre una posibilidad futura." El presente, de ser algo, es una cosa pasada, dado que es una decisión tomada en el pasado, y que, aunque resulte paradójico, pertenece al futuro en cuanto a que en el instante de tomar la decisión, ese elenco de posibilidades es futura. Es decir, cuando he decidido ponerme a escribir, lo he decidido en el pasado de tener algo que querer contar, y ante las posibilidades futuras de escribirlo en el blog y por ejemplo no escribirlo, he decidido escribirlo. Las decisiones que tomo ahora son parte del pasado, y se hacen efectivas en el futuro. Tan sólo las decisiones de nacer y de morir (sin tomar ninguna religión en cuenta) son decisiones totalmente ajenas a nosotros: nacer se hace sin ningún pasado y morir sin ningún futuro (esto tomado desde óptica personal, dado que el nacimiento de un niño o la muerte de un anciano sí son decisiones que tienen pasado o futuro, pero más familiar o social que otra cosa). Aunque bien mirado en este preciso instante, nacer y morir son actos de la naturaleza ajenos al hombre, por lo que en realidad queda un tanto lejos de lo tratado en este compendio. Lo importante, que destaco, es que el presente es tan ínfimo, tan inexistente, que hablar de él es hablar del pasado, y hablar del pasado es, en cuanto a decisiones, referirse al futuro.