"Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un «¡Ahhh!»", Jack Kerouac


miércoles, 31 de diciembre de 2014

31 de diciembre de 2014

Sentarse aquí a escribir unas líneas para despedir un año puede parecer una tarea sencilla. Realmente lo es, no tiene mayor complicación que recordar, sonreír y dejarse llevar. Quizás lo más complejo siempre sea no dejarse llevar demasiado, no mirar al techo mientras se recuerda esto o aquello, o Salamanca, o el Mediterráneo. Porque por suerte tengo una memoria buena, y con ponerla a trabajar puedo recordar hasta el olor y el tacto del recuerdo, hasta los pensamientos y sentimientos de ese momento. Y eso, en los buenos años, siempre es una gran ventaja.

No voy a venir aquí a explicar nada, ni a dar un discurso sobre realismos ni demases. Sencillamente voy a hablar desde el optimismo que toda circunstancia requiere, el optimismo de sonreír con lo mejor y pensar en que lo que vendrá será bueno. ¿Por qué? Bueno, porque si tengo que elegir, de lo que tenga que venir prefiero recibirlo con una sonrisa que con una cara de perro. No es por nada en especial, simplemente quizás he entendido que, a la larga, preocuparse por nada nunca ha servido de mucho.

Y de alguna manera, me costaba seguir escribiendo. Quizás por mi falta de práctica, quizás porque he leído algunas cosas más antiguas y no pienso que pueda estar a la altura. En cualquier caso, lo que es seguro es que cuando me atasco un poco es que no estoy diciendo lo que siento. Y lo que siento es que no tengo miedo a lo que pueda venir. Creo que después de muchos años y poco a poco, todo el mundo que conocía ha ido mostrando sus cartas, sus jugadas, y cada cual ha ocupado su lugar, como las estrellas en el firmamento. Quizás yo no haya sido la constelación más luminosa, pero hay gente que me ha hecho brillar como nunca. Quizás no tenga las mejores estrellas, pero hay gente que me daría a las mejores solo por confianza en mí. No soy el mejor, pero me he hecho una buena imagen de marca.

Sí, puede que en parte necesitase de un poco menos presión por mi parte sobre mí mismo, pero de alguna extraña manera sé que estoy exactamente en el lugar que querría estar. No he tenido grandes logros remarcables en este año, pero no me lo he echado en cara (al menos no demasiado), y al final, poco a poco, la imagen que tengo sobre mí mismo no es tan mala. Es interesante, incluso, porque mucha más gente de la que yo pensaba me tiene en alta estima.

No sé si algún día conseguiré grandes logros, y tampoco sé si realmente me vendría bien hacerlo. Lo que sí sé es que personalmente, y aunque no lo haya pensado así nunca, he ido creciendo poco a poco, porque había olvidado algo muy importante, que yo soy yo y mis circunstancias, y cuando ellas mejoran, yo también lo hago. No siempre el crecimiento viene explicado por nosotros mismos, sino también (y quizás especialmente) por nuestra posición en el tablero.

En cualquier caso, para no dar discursos uno bueno me he marcado, y todo esto para despedir el año. No sé si para el lector tendrá esto algún sentido. Lo que sí sé es que para mí, según iba saliendo de mi cabeza, sí lo tenía (y mucho). Quizás haya gente que lo entienda, o incluso que lo asimile, o lo corte en pequeños pedazos y lo examine, y vea que es lo mismo que piensa, y entonces eso sería magnífico, porque habría más personas que, como yo, sabríamos que estamos de alguna extraña manera donde deberíamos estar, aunque haya cosas que parezcan que no tienen sentido.

Da igual, porque nunca nada parece tener sentido, si lo tuviese quizás nunca podríamos sorprendernos gratamente con lo que nos tiene que dar el año.

Porque el 2014 se merece una despedida, pero esta no va a ser. Esta es una bienvenida, una bienvenida no solo al nuevo año sino al viejo, porque estamos a punto de vivir una fusión entre edades, un punto de inflexión en todas las historias que puede, quizás, signifique algo más para muchas de ellas.

Feliz año 2015.


Jesus Burgos Lobo
Semper Fidelis

jueves, 9 de enero de 2014

Test

Pues resulta que he sido nominado para una especie de test que ni siquiera lo sabía. Así que sin más:


¿Perro o gato?

Suelo preferir los gatos, generalmente me llevo bien con todos los felinos y son amigables y van a su rollo y mola cuando se ponen tontorrones. Un perro también mola mucho pero a veces puede llegar a estresar, y eso en un gato es improbable. Lo dicho, que me gustan los dos pero supongo que tiraría por el gato… de no ser porque tengo alergia.


¿Relato o novela?

Lo que dice Garrido, ¿cuál es la diferencia? ¿Te refieres si prefiero 20 o 200 páginas? Depende del tiempo que tenga para leer. Los relatos suelen ir al grano y las novelas tienen más trama. No sé, no entiendo la diferencia real del asunto.


¿Tienes algún ritual de escritura, como salir a trotar antes de escribir o encenderle una vela a las musas?

Pues no, solo con la poesía, que sigo haciéndola en folio en blanco y a portaminas, para que quede de mi puño y letra, pero se debe a que conservo todos mis originales de mis poemas y no quiero romper esa tradición de casi 300 poemas (creo que, de hecho, son 299).


¿Qué te resulta más fácil, retratar a los personajes o crear un argumento sólido?

No es cuestión de facilidad. No sé, ambas cosas me resultan sencillas, pero no siempre funcionan igual. Es decir, digamos que tengo guardados a un montón de personajes que me gustan, que les tengo cariño y están definidos en mi cabeza, y después tengo unas 3-4 tramas sólidas sobre las que escribir. Lo que suelo hacer es adaptar los personajes a la trama para que encajen como a mí me guste. De hecho, a veces me tiro una hora definiendo a un personaje e incluso ya sé que hechos van a ocurrir en la historia y como va a actuar ese personaje… salvo que me termine sorprendiendo, que puede pasar.


¿Planeas publicar una obra este año?

Nop, las clases me quitan todo el tiempo a priori, aunque es posible que lo primero que publicase sea un conjunto de poemas, básicamente porque de novela nunca logro terminarla (me pongo a querer cambiar cosas y ahí queda todo siempre).


¿Te ves como un autor autopublicado o de la mano de una editorial?

Creo que hoy en día las editoriales estarán súper difíciles como que para alguien nuevo entre.


¿Cómo ves el panorama editorial actual?

Las editoriales dan lo que el público demanda. Y, como en el arte, el público se ha vuelto simplista. En definitiva, si coges lo “mejor” de la tele (culos, tetas, musculitos y salseo) y lo conviertes en prosa escrita por un orangután, vas a ser best-seller.


¿Si tuvieras una máquina del tiempo y pudieras robar una novela y registrarla a tu nombre, cuál sería?

LA BIBLIA. No en serio, que gilipollez, ¿de qué sirve tener tu nombre ahí si realmente no es tuyo? Si es por dinero viajaría en el tiempo el día antes de la lotería de navidad y compraría todos los boletos que van a ser premiados, por ejemplo.

¿Has intentado escribir borracho, drogado o ambas? Si es así, ¿fue lo que produjiste fumable o infumable?
He escrito varias veces con algo de alcohol en las venas y era perfectamente fumable. Es más, haber bebido algo de alcohol me libera un poco el cerebro para escribir, al menos que yo recuerde así es como solía ser vaya.


¿Cuál fue el mejor libro que leíste este año?

INVESTMENT VALUATION: SECOND EDITION, de Damodaran. No en serio, ese es de finanzas y no terminé de leerlo, no he leído ningún libro este año, no tengo tiempo.


¿Hay algún otro factor que te influencie como escritor? Cine, teatro, videojuegos…


Pues sí, como a todo el mundo. Especialmente alguna parte de la historia de China me ha motivado unas cuantas ideas y algún personaje, y también supongo que otros libros y videojuegos también me influencian a la hora de pensar.





Jesus Burgos Lobo
Semper Fidelis