Once de junio, de mañana.

Mi reloj marca las 5:52 de la mañana. Hace aproximadamente un cuarto de hora que he dado por imposible el dormir: la espalda me duele horrores y tengo insomnio.

Y eso que a las tres de la mañana me había ido a la cama. Desistí por primera vez a eso de las cuatro menos cuarto, hora en la cual volví a levantarme, y cuestión de cuarenta y cinco minutos después volví a la cama. Ahora, viendo que ya comienza a amanecer sin prisa, creo que doy por imposible el dormir, al menos salvo que caiga totalmente rendido por la tarde.

Y pagaría ahora mismo lo que fuese por un masaje en la espalda. Sinceramente creo que no tengo nada en su sitio hoy ahí atrás, porque no es normal que me esté dando tanta guerra. No sé si es la humedad, o es que he pillado en algún momento alguna mala postura, pero por dios que jode cantidad. Ahora estoy intentando remediar el dolor sentado encima de un banqueto duro, y parece que algo logra que se me calme.

Y lo que más me jode es que ya a las tres de la mañana estaba cansado. Ahora más bien tengo hambre, creo que el cuerpo se ha resignado a saber que no va a dormir y trata de recuperarse. Pero sinceramente estoy cansado (y con dolores en la espalda).

Ojalá pudiese darme un masaje a mí mismo en la espalda en condiciones. He intentado hasta echarme en el suelo y tratar de hacer que se me restallase la espalda, pero sin suerte.

De verdad que la gente como mi padre que es capaz de caer dormida en cuestión de cinco minutos no tiene ni idea de la suerte que tiene, porque es terriblemente frustrante tener sueño y estar cansado y no poder dormirte. Y estás despierto, pero no puedes hacer nada precisamente por el cansancio. No sé si directamente tomarme un red bull y ya dejarlo para más por la tarde o ir a hacerme un litro de tila y tomármela de golpe a ver si me tranquiliza algo (junto con una tonelada de reflex a mi espalda, claro está).

Al menos está amaneciendo. Usualmente cuando amanece me duermo, o solía ser así. Creo que me gusta dormirme con la luz del amanecer entrando en la habitación (nunca bajo la persiana para dormir).

Y es que encima tenía que pasarme precisamente hoy. Todo es que tenga algo planeado para por la mañana para que se me mediochafen los planes. ¿Moraleja? Nunca hagas planes, sé espontáneo. Los planes están para que alguien te los chafe, indudablemente.

Pero en fin, aun con la espalda como está y demás, estoy tan cansado que creo que igual podría dormirme. Creo que voy a volver a intentarlo, a ver si tengo más suerte al menos hasta que suene el despertador a las diez o por ahí.

Por cierto, vaya mierda de amanecer, mucha nube y estaba siendo una noche sin estrellas. Para uno que veo y resulta que tampoco merece la pena.

Ah, y ya que estoy:

Las Reglas de un Caballero

"Bésala como si fuera tu primer

beso, todas las veces."

Es una regla que todo el mundo que se precie debería mantener, que luego pasa lo que pasa y se le pierde el respeto y la gracia de los besos y se hacen como si fuese un mero trámite, cuando son la base de todo lo demás.

Pues sí, así empieza para mí el día once de junio, ya sin tener que estar por clase ni tener tutorías grupales el viernes a última hora. Que digan lo que digan, se echa todo eso de menos, y mucho, que tenía su encanto salir de allí con la Facultad vacía, sólo con alguna limpiadora y alguna persona encargada de cerrar las clases sueltas por ahí, esperando la nota de este o aquel exámen de continua. Parece mentira que haya pasado cuestión de un mes. Y también parece mentira que haya suspendido estadística, me da a mi que definitivamente voy a necesitar esas clases particulares que había comentado en una ocasión.

En cualquier caso, son las siete menos cuarto, al final me he tirado mucho más tiempo del que pensaba estar aquí... y todavía no sé que voy a hacer. A priori, publicar esto, y veremos como sigue el resto, no sé si irme a la cama o comerme unos cereales. Veremos, veremos...

Jesus Burgos Lobo

Quod natura non dat, Salmantica non praestat.

Semper Fidelis.