"Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un «¡Ahhh!»", Jack Kerouac


miércoles, 23 de mayo de 2012

Quod natura non dat, Salmantica non praestat

A unas veinticuatro horas de mi primer examen que dará paso a otros cuatro más en una semana. No se puede decir que no esté nervioso, pero sin duda estoy más impaciente. Es todo culpa de la espera.

Las esperas es lo peor que existe en la vida, especialmente cuando estamos esperando a entrar en acción. Se hace eterno. Por suerte, para bien y para mal, ya no queda nada comparado con todo este tiempo que he tenido hasta hoy. Al fin llega la acción.

Tengo ganas de que llegue porque tengo ganas de que pase y poder centrarme en otros proyectos con la seguridad de saber que no tienes nada que hacer en todo el verano. O eso espero. Sinceramente, no sé que va a ser del examen de estadística, la veía mal hace dos meses, y la veo sin demasiado futuro ahora. Lo tengo el lunes, pero independientemente de esto, no veo mucha cosa positiva en el asunto. Al menos la continua va aprobada, que es suficiente para mí. Firmaba ahora mismo un cinco sin pensármelo dos veces. Sobre el resto, realmente esperaba según pasaba el curso tener un siete de nota media, por fijarme un objetivo en el curso, pero sinceramente ahora me da exactamente igual con tal de quitarlos de delante.

Bueno, en realidad no tengo mucho más que decir, ni a este respecto ni a ninguno (tengo la cabeza en otros lares ahora mismo). Anoche me leí todo el temario de macro (que en mis apuntes está bien sintetizado) en cuarenta minutos, y salvo alguna cosa puntual, creo que lo tengo todo. La cuestión es que el viernes tengo finanzas, y como no sé como va a ser el examen, tengo mis dudas sobre qué pueden preguntar. Bueno, realmente saberlo no va a cambiar el resultado.

Me quedo con lo importante, que la Tierra barre áreas iguales en tiempos iguales.



«Fortuna audaces iuvat»




Jesus Burgos Lobo
Semper Fidelis

2 comentarios:

  1. "Me leí todo el temario (...) en 40 minutos"

    /odio infinito. Las esperas, cuando llegas a acostumbrarte a ellas, al final hasta se hacen agradables. Aunque hay gente que nunca se acostumbra, bueno... Yo fue una de las primeras cosas que he ido aprendiendo últimamente : 3

    Loviu

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    1. La verdad, creo que sé esperar, pero no es una cosa que realmente me agrade, para nada, salvo que pudieses parar el cerebro también y no darle vueltas al asunto.

      A menudo me da la impresión de que me paso media vida esperando, por esto o aquello. No sé si aprenderé a que se me hagan agradables, pero al menos debería aprender ganchillo para pasar las esperas haciendo algo productivo :P

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