Bueno, llevaba ya unas horas entre pitos y pausas tratando de actualizar el blog, y aunque alguna idea me había aparecido en mente, he decidido postponerlas y dejar a mi mente trabajar en el estudio de estadística, mi examen del lunes, posiblemente el más difícil de los que tengo.
En cualquier caso, lo realmente relevante es dar algo interesante de lectura a quien se quiera pasar por estos lares, así pues he decidido irme a un campo donde no me desenvuelvo tan mal para hacer una actualización rápida: la poesía.
Así pues, os dejo con un poema que es primero de una serie de, a priori, cuatro (de los cuales sólo tres han sido escritos, la serie lleva parada prácticamente un año), sobre cómo una serie de personajes tratan de cortejar a una dama en las Asturias de Oviedo. Vemos aquí, en el primero de la serie, al mítico don Juan Tenorio haciendo alarde de fama.
El poema ha sido escrito hace bastante tiempo, cosa de, posiblemente, más de dos años. Se trata de un conjunto de estrofas: dos octavillas italianas, una lira, un sexteto lira, seguido de medias octavillas (tal nombre está acuñado por mí, son octavillas italianas de cuatro sílabas, no sé si tienen nombre real, realmente no lo creo) y finalizando con un cuarteto endecasílabo.
El uso de octavillas italianas y tales versos rápidos de cuatro sílabas recuerda claramente a Espronceda, porque de tal poeta tomé la distribución de las estrofas. En "La canción del pirata", así como otras tales como "El mendigo" y "El reo a muerte", puede verse el uso de octavillas italianas y versos cortos. Los versos cortos también son usados en "El estudiante de Salamanca" aunque en menor medida.
Sobre la interpretación del poema, se trata de una sencilla obra totalmente inventada en todos sus sentidos. Simplemente me parecía interesante usar a personajes tales como don Juan Tenorio o don Félix de Montemar (este en la segunda obra, precisamente llamado por Espronceda «segundo don Juan Tenorio») y hacerlos enfrentarse a un amor más puro del que pudieran manejar. Esta relatada desde el poeta, como si realmente se encontrase en el lugar, y nos narrase los hechos.
Tras estas breves reseñas y demás, y sin más dilación, dejo el poema. Espero que os guste al menos tanto como me gustó a mí escribirlo:
Historia
de bella dama y galán apuesto I
En tiempos de
las Españas,
en tiempos de
los marqueses,
vivía entre
ovetenses
una dulce y
linda flor.
Era el sol
que rompe el alba,
dama de
bellos andares,
¡cortéjante
a hombres millares!
Todos luchan
por su amor:
“mi nombre,
don Juan Tenorio,
hasta en
Flandes conocido,
toda mujer he
rendido,
toda abrió
su corazón.
Esta dama
será mía,
como tantas
otras antes,”
don Juan,
victoria no cantes,
“oh, callad
vos, maldición.
Juan Tenorio
me llaman,
¿oís, tan
dulce pájaro del norte?
De aquí al
sur me aclaman,
por rico, por
buen porte,
por vencer
siempre el duelo a un corte.
Te amo, vida
mía,
te amo, por
favor, no me rechaces,
te amo,
moriría
por oír un
te quiero; sí, me haces
tan feliz con
tan poco,
murmúrame tu
amor, vuélveme loco.”
Ah, Tenorio,
buen intento,
mas no
exento
de dolor,
que la dama
no es boba,
casanova
del amor.
Y responde
con sonrisa
y sin prisa
“no, ni
hablar,
que yo amo
en secreto,
y en secreto
va a quedar.”
Oh, don Juan,
el galán fue rechazado,
pues la dama
ya ama a otro hombre,
su corazón,
nos dice, tiene nombre,
pero nadie
conoce al amado.
Jesus Burgos Lobo
Semper Fidelis
No hay comentarios:
Publicar un comentario