Acabo de preparar para enviar a concurso una de mis poesías.
Borro. Escribo.
Acabo de preparar para enviar a concurso mi mejor poema. Un soneto, para el único concurso que sabe valorar las formas y la estrofa más bella que jamás el hombre podrá hacer. No espero ganar, mucho me pese, por dos motivos muy básicos.
No, no diré, como algunos, que creo que mi calidad no da la talla. Creo fervientemente que mis poemas son buenos (especialmente de un tiempo a esta parte), si no lo creyese así, estaría faltando a la belleza de ciertos lugares, ciertas personas, ciertos momentos de mi vida. La razón principal que suele darse para que no crea que vaya a ganar un concurso suele ser que la estrofa en este siglo ha sido una anécdota. Mucha gente escribe poesía, pero por dios, cuántos se pueden llamar a sí mismos poetas. Todo a lo que se ciñen es a poner palabras, unas tras otras, y cuando les apetece, darle al enter, y seguir escribiendo en la línea de abajo, sin siquiera sentimiento. La poesía de verdad, la poesía del Siglo de Oro, está muerta, asesinada por los críticos faltos de criterios y una racha de pseudopoetas de dudosa calidad que han ido desfilando desde que perdimos Cuba. El segundo motivo de que crea que no vaya a ganar es mucho más sencillo: se trata de un concurso internacional al cual podrían venir cientos o quizás miles de personas.
En cualquier caso, hasta cierto punto no me importa no ganar. No soy tan cínico como para decir que realmente me da igual. No por favor, quiero ganar, y quiero ganar con este poema en especial, después de tanto tiempo sin escribir nada remarcable. Pero digo que no me importa, porque espero poder editar algún día mis poemas en un libro, así que, a la larga, todo el mundo que quiera va a poder leerlo.
Pero como adelanto, lo voy a poner aquí. Lo he tenido que modificar un poquito por ciertas razones técnicas, pero es prácticamente igual al presentado en el concurso. Me gustaría que dieseis vuestra opinión de qué os parece a las personas que os pasáis por aquí con asiduidad (gracias por leerme), y si no podéis, no pasa nada, con saber que lo habéis leído me basta.
La luz de tu sonrisa
En el mar de
tus ojos me perdiera,
pirata de tu
amor siempre sería,
tus buques,
uno a uno rendiría,
tesoros, uno
a uno los tuviera.
La luz de tu
sonrisa amaneciera,
mi bergantín
con ella partiría,
largad velas,
fijad rumbo; es guía
mi amor,
timonel que siempre fuera.
Siete mares,
plus ultra la belleza
aguarda, eres
todo lo que quiero,
tú, amor,
eres todo mi tesoro.
Si un corazón
es dulce, la pureza
de tu
fragancia retener espero,
que todo el
mundo sepa que te adoro.
JBL
Sencillamente me encanta. Está mal que lo diga su autor, pero leerlo me hace sentir increíble. Espero que os haga sentir algo similar y lo disfrutéis, y que, en definitiva, os guste.
Porque al final, todo lo que quedará será la poesía.
Jesus Burgos Lobo
Semper Fidelis
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