"Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un «¡Ahhh!»", Jack Kerouac


domingo, 16 de septiembre de 2012

Engranajes

Debo ser una de las pocas personas que espera el lunes con ansia.

Qué queréis que os diga, es clase me siento contento, me gustan mis asignaturas, mis compañeros y me siento útil. Mientras tanto en casa paso las horas sin pena ni gloria.

Y es que en definitiva sentirse útil es algo de importancia vital. Sentirse útil nos reporta un feedback positivo, un "lo estás haciendo bien". No, más bien es un "estás haciendo lo que debes hacer", y además, deseas hacerlo. Es ocupar nuestro lugar en el engranaje.

Asumámoslo, no todos somos líderes, ni todos estamos preparados para estar arriba, o incluso en medio. Cada uno tiene que ocupar su lugar, y todos son igual de importantes porque, al fin y al cabo, el engranaje funciona porque cada una de sus pequeñas partes lo hace.

El problema es el siguiente: o nos sobrevaloramos, o nos subvaloramos. O, directamente, no somos realistas, o somos demasiado ambiciosos sin motivo. La importancia de saber cómo somos y cuáles son nuestras posibilidades es grande, si bien es cierto que uno no debe ponerse límites, sí debe conocer sus capacidades y no aspirar demasiado lejos.

Decía en las anteriores entradas que aspiro muy arriba, y parece ir en contra de esto que acabo de decir. Sinceramente, creo que eso se debe a que realmente quiero cambiar el mundo, y no creo que tenga pocas capacidades. Sé que puedo, al menos, intentarlo con todas mis fuerzas. Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos. Ortega y Gasset jamás pudo estar más en lo cierto.

Pero esto no quiere decir que no sepa amoldarme en el futuro a la realidad, al ahora, al ver hasta dónde he llegado y saber que somos una parte de un engranaje, y preguntarnos sobre si podemos avanzar más allá, si debemos hacerlo.

Todos tenemos unos límites naturales, que mayoritariamente desconocemos. Quizás los intuimos, pero solemos sorprendernos muchas veces por lo que hemos hecho, o lo que podemos hacer y no sabíamos que podíamos. A veces la vida te da no más esperanzas, ya que la esperanza es el refugio del débil, sino más fuerzas, más empuje, más tú puedes, y es entonces cuando comprendemos y lo hacemos. Y miramos para atrás, antes de eso, y nos decimos: ¿por qué dudaba de que podía hacerlo? No ha sido tan complejo.

Por eso también a mí me gustaría ser esa fuerza que incita a la gente a hacer cosas grandes. Quizás también por eso escribo en este blog, porque quiero pensar que alguien me lee y cambia su visión del mundo, evoluciona, y piensa, y entonces cree, o deja de hacerlo, pero entiende algo nuevo, entiende algo de transcendencia vital  y se cuestiona, y comienza un nuevo camino para llegar más allá y más lejos.

Me gusta pensar todo eso, al fin y al cabo, me da un gran motivo para sonreír y escribir en este blog.





Jesus Burgos Lobo
Semper Fidelis

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