"Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un «¡Ahhh!»", Jack Kerouac


sábado, 29 de diciembre de 2012

La Belleza

Lo cierto es que la belleza es algo a veces demasiado sutil para algunas personas. Quizás es por su carácter subjetivo, o quizás sencillamente porque en el mundo en el que vivimos nos inculcan unos parámetros, unos ideales, unas formas de actuar que creemos válidas y que no cuestionamos. Creemos que la belleza son varias capas de maquillaje y puntura y horas en el quirófano y/o gimnasio, sumados a una ropa sugerente, cuando eso es precisamente lo contrario a la belleza, eso es la destrucción de la idea de belleza. Es como llamar arte el pseudo arte que se ve hoy en día: podemos llamarlo como queramos, pero no significa nada.

La belleza es algo natural, casual, único, que nace de la nada y a menudo dura apenas unos minutos: una puesta de sol en cierto lugar, un destello en el agua, una brisa que mece los árboles, un sonido. A veces también es eterno, como una noche estrellada, justo como la de hoy, que inspira esta entrada. Es ese salir a la ventana, mirar al cielo y decir "guau". Y no es para todos. Me considero muy afortunado por tener el don de ver la belleza, la verdadera belleza, la que resplandece un instante y se te fija en la mente, y no puede irse de ahí, tiene su lugar inamovible. Quizás sea eso por lo que soy poeta, porque entiendo de alguna manera de lo que están hechas las cosas, soy de los que se pueden quedar mirando al cielo durante horas preguntándome por qué narices debo apartar la mirada de allí, si estoy mirando a la esencia misma del ser humano.

Y es que cuando miro directamente algo que me despierta aquí dentro del pecho ese yo que sólo puedo llamar poeta, pero que en verdad no tiene nada que ver con escribir, es cuando me quedo sin palabras y dejo que lo verdaderamente importante de la vida toque durante un instante mi interior y durante una fracción de segundo toda la poesía del mundo se concentra en ese lugar, en ese instante, como un rayo que golpea el tendido eléctrico durante una tormenta y sobrecarga la línea, también yo me sobrecargo de palabras, de ideas, de belleza, y es durante ese milisegundo que lo comprendes, no sabes muy bien qué, pero lo haces, y suspiras un "ah" porque es a todo lo que puedes llegar en ese momento.

También me ocurre con cierta persona, como todos nosotros, cada uno, debería encontrar su propia tormenta de poesía, que es belleza, y comprender ese algo que sólo puedes comprender cuando miras a unos ojos que te miran de la misma manera, y que sin saber cómo podrían haberse convertido en lo único que te mantiene unido con esa parte primigenia de la vida, de la belleza, y que aun sabiendo que tienes ante ti la fuente misma de la poesía te sientes incapaz de explotarla, sino que la bebes muy despacio, poco a poco, como el fotógrafo que mira al cielo y, maravillado, deja caer su cámara a un costado y disfruta de una noche mágica que nunca jamás se volverá a repetir.

Me considero muy afortunado por tener ese don, el don de mirar y sentir mi interior estremecerse al compás de una estrella, de una brisa, de un corazón.




Jesus Burgos Lobo
Semper Fidelis

1 comentario:

  1. Ya te he comentao lo que pienso, pero por si pasas mucho sin actualizar y lo releo y me re-maravillo, dejo el comentario para saber que ya lo había leído y ya había opinado.

    Y mi opinión ya te la acabo de comentar :3

    Un saludito ^^

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