"Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un «¡Ahhh!»", Jack Kerouac


viernes, 5 de abril de 2013

Viejas Entradas: "Desviaciones"


Me he mordido el labio al comer y me he hecho sangre, al igual que ayer a la cena y a la comida. Me siento imbécil.

Hoy me he dado cuenta, o digamos que me he redescubierto diciéndolo, que me da exactamente igual lo que le ocurra a la economía española. Antes de que cualquiera diga "pues debería porque blableblibloblu" que me conozca antes, y conozca lo que he hablado y escrito sobre el tema.

Los motivos que me llevan a decir eso son, precisamente, que ya había descontado este camino. Ya sabía que iba a ocurrir esto, y lo que queda por ocurrir. Para muchos es una sorpresa, yo sencillamente me lo esperaba, y cuando te esperas algo, ¿cómo puede hacer que te enfades, o que te sientas indignado? Para mi todo va según el plan que ya había pensado que ocurriría.

Algunos de esos revolucionarios sin causa que salen a la calle porque alguien les ha dicho que es el momento de salir, y no lo era antes de que comenzara la crisis, cuando se hacían las cosas mal pero ellos tenían la cartera llena con el dinerito de sus padres, podrán llamarme conformista. Yo entonces podría llamarles imbéciles, y santas pascuas. Pero me gusta justificar mis palabras. Si me llamaran conformista, yo les diría que si ellos se quejan de que aquí las cosas van mal, hay docenas de países más en el mundo. Si ellos entonces me dicen que quieren quedarse en España, entonces soy yo el que les podría llamar conformistas. Claro, quedarse con la familia, los amigos, el dinero y todo eso es muy bonito, es muy... conformista.

Asumamos, entonces, la realidad. Las cosas van mal, como han ido siempre. Ni peor, ni mejor. Muchos hablan de la peor crisis de la historia, y claro, para ellos, que sólo han vivido una, pues sí la es. El príncipe nos recordó bien recordado que sobre 1880 si mal no recuerdo hubo una crisis brutal, mucho más dura que esta. Y después perdimos las últimas colonias en una guerra que ni empezamos, tuvimos una dictadura, la guerra civil, la otra dictadura. Y antes de todo eso, sucesiones de levantamientos, pobrezas y hambruna durante todo el siglo XIX.

¿Para qué sirve la historia? Para darte cuenta de que las cosas se llevan haciendo mal de siempre, que, de hecho, la propia historia espera que haya manifestaciones, que tú salgas a la calle como otros han hecho. También sirve para darte cuenta de que no estamos tan mal si se mira atrás. Yo personalmente estoy bien y mi familia también, aunque actualmente mi entorno comience a notar la crisis. Por eso me digo, todo va según lo que ya esperaba.

Ya no me preocupa lo que le ocurra a España ni a los españoles. Lo único que me preocupa es ese círculo difuso de personas que están cerca mío. Que sí, que debería preocuparme las personas, pero son ellas las que nos han llevado hasta aquí, ¿no es así? Que sí, que están mermando mis libertades, pero yo siempre he sido tan libre como he querido, porque no hay prácticamente nada que me ate a España. Eso es la libertad. La libertad no son aquellas cosas que te dicen que son tuyas por derecho de nacimiento o histórico, sino todas las demás cosas que sabes que son tuyas por derecho propio. Ninguno de nosotros hemos luchado y muerto en trincheras por la democracia, y sin embargo todos la tenemos.

Yo lo tengo claro, soy tan libre como quiero, no como me dicen que sea, independientemente de la realidad.




Y como siempre, aunque diga todo esto, mañana mismo puedo irme a dar palos con los mineros o cualquier cosa, que a pesar de todo tengo mi orgullo y mis obligaciones históricas para con España. Nunca renuncio al sueño de entrar algún día en política y sustituir el modelo, porque esa es la manera de hacer las cosas, los cambios vienen desde dentro hacia fuera, sólo que es mucho más fácil tratar de hacerlo a la inversa.

Si algo me ha demostrado la vida es que cualquier cosa que se logra de manera fácil, entonces será frágil.


Jesus Burgos Lobo
Semper Fidelis

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